Fiscal argentino cifra en 2.700 los registros de los "vuelos de la muerte"
- REDACCION
- - Publicado: 21/3/2011 - 06:18 pm
Un fiscal argentino aseguró hoy que ascenderían a 2.700 los registros de los "vuelos de la muerte" llevados a cabo durante la última dictadura, en los que los detenidos de forma ilegal eran arrojados vivos al mar.
Miguel Osorio, fiscal que instruye la investigación en Argentina del "Plan Cóndor", como se denomina a la coordinación represiva de los regímenes militares del Cono Sur americano en los años 70 y 80, sostuvo que estos trágicos vuelos fueron realizados entre 1976 y 1978.
Osorio hizo esta revelación al participar hoy en el "Primer Encuentro Latinoamericano por la Memoria, la Verdad y la Justicia-Operación Cóndor", en el que participan legisladores y dirigentes humanitarios de Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Chile.
El foro fue organizado por el diputado argentino Remo Carlotto, quien puso de relieve la importancia de que los países de la región aúnen esfuerzos para investigar de forma conjunta las acciones represivas en el marco del "Plan Cóndor".
"La idea es replicar estos encuentros en diferentes países de la región para apuntalar los procesos de investigación que se llevan adelante", enfatizó.
Del encuentro participan, entre otros, el jurista paraguayo Martín Almada, quien descubrió los archivos del "Plan Cóndor" en Paraguay, y el diputado uruguayo Manuel Puig, integrante de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja de su país.
También Lorena Pizarro Sierra, titular de la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Chile, para quien las dictaduras del Cono Sur "nunca actuaron de manera independiente".
En febrero último, el fiscal argentino Federico Delgado presentó un informe en el que pidió que se declarara "judicialmente probado" que desde una base de la Fuerza Aérea en las afueras de Buenos Aires partían los "vuelos de la muerte".
Delgado elaboró su informe con base en más de 600 testimonios de hombres que hicieron el servicio militar en la Primera Brigada Aérea de El Palomar, en la zona oeste del Gran Buenos Aires.
Según este documento, los detenidos eran generalmente trasladados, tanto de día como de noche, en aviones Hércules y Fokker de la Fuerza Aérea, en grupos que rondaban las 20 ó 30 personas, aunque "también existían trasladados muy numerosos, de aproximadamente ochenta personas por vuelo".
"Los vuelos duraban entre veinte y treinta minutos, y los aviones solían regresar vacíos. La frecuencia podía ser cada dos o tres días o cada dos meses", agrega.
Los "vuelos de la muerte" fueron desvelados por el exmarino argentino Adolfo Scilingo, quien en 1995 contó extensamente al periodista Horacio Verbitsky esta metodología de exterminio utilizada por la dictadura (1976-1983).
El testimonio fue luego publicado como libro, con el título de "El vuelo", y, entre otros aspectos, relata cómo los prisioneros de la Marina eran arrojados vivos al mar, después de ser anestesiados.
Scilingo cumple una condena de 1.084 años de prisión impuesta por el Tribunal Supremo español por delitos de lesa humanidad y detención ilegal durante la dictadura argentina, que dejó unos 30.000 desaparecidos.
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