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La Boyacá, la proa de un barco
Ivis Franco Castillo - Publicado:
CON EL PROYECTO Revive el Casco Antiguo, son muchas las personas que debido a las condiciones infrahumanas en que vivían, han sido reubicadas en la Casa Boyacá, en la Avenida A, Calle 11 y Pedro Díaz, a un costado de la Plaza Herrera, en San Felipe.La Casa Barco, como también se le conoce, alberga un total de nueve familias de escasos recursos quienes no contaban con una vivienda diga para vivir.Cada día estaba cargado de temor porque los viejos caserones no soportaban más deterioro.Viejos tablones de madera, paredes en muy mal estado y goteras de agua que se filtraban por todos lados, eran el débil soporte del vetusto inmueble.En estas condiciones vivía la señora Rosa González, quien tiene 45 años de vivir en el barrio de San Felipe.Primero vivía en Calle Octava, a un costado de la Iglesia San José, y por 34 años en la Avenida A.González señala que el ambiente no era el más adecuado, ya que en el lugar habitaban personas de no muy buenas costumbre.Había tiradera de botellas, personas que a cada momento se embriagaban y protagonizaban riñas.Fue entonces que luego de una amplio programa de vivienda se trasladaron a la Casa Boyacá, donde las condiciones de vida son mejores.Ella cuenta que se siente satisfecha, ya que tiene todas las comodidades.Además, es un área que goza de una buena ventilación, donde puede dedicarse a la modistería, trabajo que viene realizando por más de 20 años en el viejo barrio de San Felipe."Nos dedicamos a una cadena de ropa para niños, damas y caballeros, por lo que confeccionamos uniformes ejecutivos, sabanillas, bastas para pantalones, colocación de cremalleras, entre otras labores, indicó".Ana Lorena Araya, asesora social del la Oficina del Casco Antiguo, explicó que la labor es acercarse a la población para conocer por medio de un análisis social, las condiciones de las familias, por lo que se hace un censo, con la finalidad de obtener un banco de datos de los más necesitados.Araya mencionó que además se les trata de ubicar en puestos de trabajo para que puedan mejorar sus ingresos y contribuir con el bienestar de la familia.Para evitar que el inmueble sea objeto de personas de mal vivir, Elsa Salazar, administradora de la residencia, destacó que hay una continua vigilancia en el área, por lo que cuentan con el apoyo de la Policía de Turismo, con el propósito de preservar el orden y el aseo en la restaurada Casa Barco que es admirada por los turistas.La Boyacá se encuentra en el Baluarte Mano de Tigre.Este macizo formaba parte de las fortificaciones de la ciudad.Su construcción se inició a finales del siglo XVII y sus muros fueron mejorados durante la centuria siguiente, ya que el resto fue demolido en el siglo XX.La Boyacá, una casa de madera cuya punta se parece a la proa de un barco, le debe su nombre a una cañonera colombiana de fines del siglo XIX.La estructura fue construida en 1890 y restaurada entre 2004-2005.La casa se construyó sobre uno de los muros del antiguo foso.Actualmente alberga a 29 familias del corregimiento de San Felipe, las que pagan un alquiler de acuerdo con sus ingresos.La vieja casona fue construida sobre un foso existente entre la muralla de la ciudad.El inmueble de madera se construyó a finales del siglo XIX, y permanece erguido debido a las restauraciones.Se mantiene en pie, como testigo de la historia.El arquitecto y consultor panameño Eduardo Tejeira Davis dijo que La Boyacá es la casa más vieja que hay en pie en la ciudad de Panamá.La Boyacá se llama así porque parece la proa de un barco."Boyacá era el nombre de un buque de guerra colombiano para ese tiempo", relatan el libro Ciudad, de Eduardo Tejeira Davis y Vanessa Spadafora.