Dios nunca te abandonará
- Monseñor Rómulo Emiliani
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- - Publicado: 15/1/2022 - 12:00 am
Las tinieblas querrán siempre que pienses erróneamente que Dios te ha abandonado, que él no se acuerda de ti, y que es más, te rechaza por tus pecados. Eso es totalmente falso. Absurdo. El Señor, quien en la revelación de Jesucristo es llamado Padre, y lo es, y que es Dios como lo es Cristo y el Espíritu Santo, te ama al extremo que entregó a su hijo por ti, por tu redención. Y que ha sido tanto su amor, que hizo que el Verbo, segunda persona de la Santísima Trinidad, se encarnara, se hiciera hombre por ti. Sí, por ti. Porque en la encarnación se da el acto de amor sublime, propio de los que aman, de parecerse y correr la misma suerte de la persona que se ama y que eres tú. Dios se hace hombre para ser como tú y vivir tu propia realidad, y al morir como hombre en la cruz, experimentar lo más terrible tuyo que es morir. Y desde esa cruz realizar, por un acto de amor hermosísimo, la entrega de su propia vida por ti, pagando con su sangre el precio del rescate de la muerte eterna.
Es entonces la encarnación un acto del más grande amor que se puede tener, el hacerse otro sin dejar de ser Dios, el hacerse tú, humanidad, para vivir nuestra triste realidad, propia del pecado.
Por eso él tendrá una terrible pasión, será rechazado, humillado y asesinado por ti. Experimentará la mayor crueldad por amor a nosotros. Y colgado en la cruz vivió la más horrorosa oscuridad sintiendo el abandono del Padre, experiencia que se vive cuando se está en las garras del pecado. Todo eso es efecto de la encarnación, que nosotros recordamos en ese tan lindo diálogo entre el ángel y María, donde ella de manera tan valiente dice un sí que permite a Dios hacer el más grande milagro, de hacerse hombre.
Y su nacimiento en la situación menos aceptable a nivel de salud, en una cueva o un corral donde han estado animales, forasteros, quizá hasta leprosos, y que por lo tanto queda infectada, por más que se limpie, de bacterias por todo lo que implica un corral, fue la expresión más radical de idenficarse con los más pobres. Cuántos niños no nacen en situaciones tan degradantes para la salud, y que incluso mueren en el parto o a los pocos años por el ambiente de extrema pobreza en que se encuentran. Jesús todo eso lo asumió por amor a nosotros.
Nunca te sientas abandonado. Estás en el corazón de Dios y siempre lo estarás.
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