Retoman por la fuerza el control de Mineápolis y Anonymous responsabiliza a la policía de 193 muertes en varios años
Tras cuatro noches de rebelión racial, los cuerpos de seguridad cumplieron a rajatabla las indicaciones del gobernador de Minesota que había prometido responder con "fuerza abrumadora" a aquellos que osasen a quedarse en las calles.
"Alerta de emergencia extrema: Mineápolis está bajo un estricto toque de queda a partir de las 8pm. Váyase a casa o a lugares cerrados seguros. Evite los exteriores".
Policías y militares tomaron este sábado el control de Mineápolis (EE.UU.) con fuertes cargas contra quienes desafiaron el toque de queda y los periodistas que cubrían las protestas, según comprobó Efe en el lugar de los hechos.
Tras cuatro noches de rebelión racial, los cuerpos de seguridad cumplieron a rajatabla las indicaciones del gobernador de Minesota, el demócrata Tom Walz, que había prometido responder con "fuerza abrumadora" a aquellos que osasen a quedarse en las calles después de las 20.00.
La brutalidad policial, la chispa que encendió las protestas a inicios de semana por el asesinato del afroamericano George Floyd, fue también lo que las aplacó, al menos de momento.
Anonymous aparece en la escena
Por su parte y ante los acontecimientos, el grupo Anonymous "ha declarado que el Departamento de Policía de Minneápolis cuenta con un horrible rastro de violencia y corrupción, y cerca de 193 personas han muerto asesinadas por policías de esta fuerza".
"La gente ha tenido suficiente de esta corrupción y violencia de una organización que promete mantenerlos a salvo", señaló el narrador enmascarado. Anonymous insistió en su mensaje que la fuerza policial existe para "llevar a cabo la voluntad de la clase dominante criminal".
De esta manera, Anonymous se estableció una misión clara: ventilar los trapos sucios de la brutalidad policial en USA.
Toque de queda
Como en la caótica víspera, la comisaría del Distrito Quinto fue el lugar de reunión de todos aquellos que siguen protestando por el asesinato de Floyd, al que un policía asfixió presionando la rodilla contra su cuello durante casi 9 minutos.
A las 19.57, los teléfonos celulares de los cientos de personas que ahí seguían recibieron el mismo mensaje: "Alerta de emergencia extrema: Mineápolis está bajo un estricto toque de queda a partir de las 8pm. Váyase a casa o a lugares cerrados seguros. Evite los exteriores".
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Unos veinte minutos después llegaron decenas de policías, que sin muchos miramientos dispersaron la protesta por la fuerza.
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Antes de cargar contra los manifestantes, sin embargo, hicieron lo propio con un grupo de unos 30 periodistas, entre ellos un equipo de la Agencia Efe, claramente identificados y que además se encontraban a cierta distancia de los manifestantes.
Los policías rociaron gases lacrimógenos contra los periodistas, les golpearon y en algunos casos incluso les detuvieron bajo la acusación de violar un toque de queda del que estaban exentos los medios de comunicación.
Entre los detenidos figura el fotógrafo de EPA, puesto más tarde en libertad, mientras que el periodista de Efe logró sortear el arresto en medio del caos.
"Deje de resistirse, ¡está detenido!", le ordenaron a uno de los reporteros al que tiraron al suelo y esposaron por la espalda mientras este sostenía en su mano la acreditación de periodista que otorga el Senado de EE.UU., la más importante del país.
Pasar a la historia
Ya entrado el toque de queda pero antes de las cargas, envuelto con una bandera de México y con una pañoleta blanca cubriéndole el rostro bajo la que se apreciaba un tatuaje en el pómulo, José Ríos explicó a Efe que soñaba con llevar esta revuelta de Mineápolis en los libros de historia.
"No he ido a trabajar (en toda la semana), les he dicho que se busquen a otro cocinero que yo ahorita ando ocupado", bromeó este joven nacido en Mineápolis hace 22 años.
Sobre las consecuencias de desafiar el toque de queda que acababa de entrar en vigor, lo tenía claro: "Yo no tengo miedo, aquí voy a estar, porque aquí nací y aquí un día voy a morir, no sé si será hoy o mañana, no sabemos, pero aquí voy a estar".
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