Rescatan a tres personas 120 horas tras terremoto
Tres personas fueron rescatadas con vida tras permanecer más de 120 horas entre los escombros que dejó el terremoto que asoló la costa central de...
Cientos de personas duermen en las calles por el temor de que los pocos edificios en pie les caigan encima.
Tres personas fueron rescatadas con vida tras permanecer más de 120 horas entre los escombros que dejó el terremoto que asoló la costa central de Ecuador, mientras las esperanzas de hallar más sobrevivientes se diluyen con el correr de las horas.
El alcalde de Manta, Jorge Zambrano, dijo que "en el sector denominado zona cero en Tarqui (sector hotelero), logramos salvar tres ciudadanos más con vida. Ayer sólo hemos podido rescatar cadáveres".
Afirmó, en declaraciones al canal de televisión Teleamazonas, que en los edificios donde los rescatistas han ratificado que no hay sobrevivientes han empezado las tareas de remoción de escombros con maquinaria pesada.
"Aún tengo la esperanza de que podamos encontrar alguien más con vida debajo de los escombros... se guarda un hilo de esperanza de vida, que se trabaje con mucho cuidado, con supremo cuidado".
La noche del sábado un terremoto de 7.8 grados de magnitud sacudió la costa central de Ecuador y provocó gran destrucción en ciudades como Portoviejo, donde acabó con el centro comercial y bancario; Manta, en la que destruyó buena parte del sector hotelero, y Pedernales, donde quedan apenas dos o tres edificios en pie.
La destrucción causada por el poderoso sismo ha devastado decenas de poblaciones de las provincias de Manabí y Esmeraldas.
De acuerdo con un informe de la Fiscalía, cobró la vida de 587 personas, 539 de las cuales han sido identificadas, de acuerdo con el último informe de las autoridades. También hay 7,015 heridos y 155 desaparecidos.
La secretaría de Gestión de Riesgo señaló que hay 25,362 personas en albergues, 1,215 edificaciones destruidas y otras 829 afectadas, con algún tipo de daño.
En las zonas de la tragedia un fuerte olor mortecino cubre el aire mientras declinan las esperanzas y empiezan a multiplicarse las demandas de agua, comida, medicinas y cualquier ayuda que no parece llegar a todos los necesitados.
Durante la jornada se produjeron inconvenientes en la distribución de alimentos y agua, en sectores como Manta y Portoviejo se podían ver largas filas de personas en busca de provisiones y alimentos. Por la desesperación de la gente incluso la población de Picoazá llegó a romper el cerco policial para apropiarse desordenadamente de las provisiones.