Marcas extranjeras mueven el mercado cervecero local

El consumo de cervezas extranjeras en Panamá ha impulsado su importación, aunque las nacionales conservan su espacio.

La importación de enero a septiembre de cervezas alcanzó los 170 mil 359 hectolitros. Cada hectrolito representa 100 litros, según la Dirección de Aduanas.

La estadounidense Budweiser encabeza el grupo, con un total de 6 millones 931 mil litros; seguida de la mexicana Corona con 6 millones 707 mil litros; la también estadounidense MGD, con 6 millones 392 litros se encuentra en tercer lugar, y la mexicana Soberana, con 5 millones 623 litros en cuarta posición, de acuerdo con datos de la Contraloría General de Panamá.

Old Milwaukee, de Estados Unidos, totalizó 3 millones 617 mil litros consumidos; la Heineken, producida en Costa Rica, sumó 2 millones 812 mil litros; y la proveniente de Holanda, 1 millón 103 mil litros.

Antonio Fábrega, director de Importación de la Cervecería Nacional, afirmó que si bien es verdad que gran cantidad de cervezas extranjeras se está consumiendo en el país, esto no afecta a las compañías de cervezas nacionales, porque están encargadas de fabricar y vender este producto a nivel internacional.

Cervecería Nacional tiene certificación auténtica de la cerveza Miller Light y Corona, en los Estados Unidos, porque es una bebida de marca extranjera, pero las ganancias son para las compañías nacionales por importarlas en Panamá.

“Las cervezas de marcas extranjeras que no fabricamos nosotros la industrializa la competencia, pero todas se fabrican en Panamá”, destacó.

No obstante, el ejecutivo aclaró que en el consumo, las cervezas importadas se mantienen a la par de las nacionales.

Resultados.
El mercado de las bebidas de marca panameña se ha expandido un 7% y por lo que se puede asegurar que las cervezas extranjeras vienen creciendo al mismo ritmo que las nacionales, como Atlas, Balboa, Panamá y otras.

Entre julio y septiembre de este año se exportaron 45 millones 268 mil litros del refrescante líquido.

Según Antonio Fábrega, la Miller Light que se produce y se consume en Panamá es exactamente la misma que se bebe en el extranjero y está certificada por la fábrica de los Estados Unidos.

Los actores del mercado cervecero explican que las bebidas extranjeras se están fabricando en Panamá para minimizar los costos de flete y de nacionalización o los impuestos de importación.

Esto permite presentarlas en botellas retornables para que su precio sea más accesible al consumidor, porque todas las importadas vienen en envases no retornables y eso encarece el producto puesto en Panamá, y reduce la accesibilidad de los consumidores panameños, explicó.

En suelo panameño también se producen Budweiser, Heineken, Versalles, Guines, y todas estas marcas se industrializan bajo licencia extranjera.

Esto permite que la mayoría de las bebidas alcohólicas extranjeras que se consumen, en gran medida se fabriquen actualmente en Panamá.