Público se quedó con ganas de saludar a Mariano Rivera
El excerrador de los Yanquis de Nueva York recibió ayer el calor de la afición panameña, que tuvo que conformarse con levantarle la mano desde lejos.
Mariano Rivera recibió de manos del presidente Laurentino Cortizo la bandera, luego recorrió la Calle 50 y estuvo un rato en la tarima. Anayansi Gamez
Tres meses después de haber ingresado al Salón de la Fama, el exlanzador panameño Mariano Rivera recibió públicamente el reconocimiento de sus coterráneos.
Rivera fue ayer el abanderado en el Día de los Símbolos Patrios. Con una inmensa sonrisa, el ganador de cinco series mundiales recorrió la ruta de la Calle 50, no sin antes agradecer la distinción concedida.
"Para mí es un honor. No hay palabras para expresar la gratitud por haber sido escogido como abanderado", manifestó el Expreso de Puerto Caimito.
Durante el recorrido, el primer unánime de la historia no tuvo contacto con el público. Rivera recibió instrucciones por parte de los organizadores de mantenerse, por seguridad, en el centro de la calle. La medida, además, buscaba agilizar el desfile.
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La disposición contrastó con años anteriores cuando otros deportistas han recibido el honor. A Román Torres, por ejemplo, sí le permitieron estrechar la mano de la gente.
"Mariano ha dejado el nombre de Panamá en alto. Quizás lo único que la gente quería era saludarlo, pero las barandas no nos dejaron acercarnos, ni él tampoco se pudo acercar. Muchos lo pudieron ver personalmente después de tantos logros", opinó el fanático Javier Lombardo.