EDIFICACIONES Su uso se extiende
Tecnología antisísmica
Los movimientos sísmicos son aún impredecibles, pero cada día aumenta el interés en la industria de la construcción por las tecnologías que permiten reducir su impacto.
Los movimientos sísmicos son aún impredecibles, pero cada día aumenta el interés en la industria de la construcción por las tecnologías que permiten reducir su impacto.
- Actualizado: 25/4/2014 - 01:48 am
las técnicas
- La tecnología antisísmica se basa en dos familias de dispositivos: el de aislamiento sísmico, utilizado en edificaciones de hasta 18 pisos, y el de disipación de la energía, aplicado en estructuras de mayor altura. Los dos han demostrado ser igualmente efectivos.
Los movimientos sísmicos son aún impredecibles, pero cada día aumenta el interés en la industria de la construcción por las tecnologías que permiten reducir su impacto.
El nivel de protección sísmica, así como los beneficios adicionales que se obtienen, dependerán del tipo de tecnología empleada. Las de disipación de energía permiten reducir la demanda sísmica entre un 20% y un 45%, consiguiendo estructuras más seguras y con menor probabilidad de daño ante un sismo severo.
Por otro lado, las tecnologías de aislamiento sísmico permiten reducir la demanda del sismo entre un 80% y un 90%. En este último caso se logra una solución completa al problema, consiguiendo edificios donde se puede garantizar que no existirá daño a la estructura ni a su contenido, y que se podrá continuar con la operación inmediatamente después de un sismo severo.
En el caso del aislamiento sísmico, se consigue además una gran eficiencia constructiva, ya que por la reducción de esfuerzos sobre el edificio es posible minimizar la cantidad de muros y elementos estructurales, bajando el costo directo de la construcción.
Los especialistas señalan que la aplicación de estos dispositivos se convertirá en una necesidad para la industria. El objetivo es construir edificios más seguros.
Los disipadores son dos amortiguadores de masa sintonizada, los de hormigón armado de 200 toneladas cada uno y montados sobre aisladores elastoméricos y deslizadores friccionales. Frente a un sismo severo, estos amortiguadores le entregan al edificio un atributo de seguridad adicional y un mayor confort a sus habitantes.
De amplio uso en Estados Unidos y Japón, los disipadores son en la práctica nuevos en algunas edificaciones de Latinoamérica, aunque este sistema representa un costo adicional que va entre un 5% y 10% del costo de construcción de un proyecto estándar. Pero se asegura la inversión.
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