159 años cumplen esta semana varios distritos de la décima provincia, sin que sus habitantes sientan alguna diferencia
Panamá Oeste, la provincia fantasma que no despega
- Reynaldo Núñez Montoto ([email protected])
El gobernador designado por el Ejecutivo, hasta hace poco, no contaba con un lugar fijo desde el cual atender los asuntos inherentes a su cargo. La falta de presupuesto y problemas con la reglamentación de la ley han impedido que se cumplan los objetivos por los cuales fue creada.
Los distritos de Arraiján, La Chorrera, Capira, Chame y San Carlos cumplirán, el 12 de septiembre, 159 años de fundación, mientras esperan que se consolide su integración como décima provincia...
- 5 distritos integran la provincia, que existe desde el 1 de enero de 2014.
Más de medio millón de personas viven en el oeste
- De acuerdo con la Contraloría General de la República, en 1990, Arraiján tenía una población de 61,849 habitantes, 20 años después, la misma se había incrementado a 220,779; La Chorrera registró, en 1990, un total de 89,780 residentes, y en 2010 la cifra creció a 161,470; Capira tenía una población de 28,303 habitantes, la cual aumentó en 10,300 dos décadas después. Por su parte, Chame tenía una población, en 1990, de 15,152 residentes, y en 2010 se empadronaron en ese distrito 24,471 personas, mientras que en San Carlos fueron censados 12,443 moradores en 1990, cifra que en 2010 subió a 18,920. La población general en los cinco distritos del oeste desde 1990 hasta 2010 aumentó de 207,527 en 1990 a 464,038 habitantes, cifra que según la misma Contraloría, actualmente, es de 510,489 habitantes.
Los distritos de Arraiján, La Chorrera, Capira, Chame y San Carlos cumplirán, el 12 de septiembre, 159 años de fundación, mientras esperan que se consolide su integración como décima provincia, aprobada por ley y que no ha podido ponerse en marcha por la falta de organización administrativa y de presupuesto.
En adición, se ha presentado un proyecto para excluir al distrito de Arraiján de Panamá Oeste y conformar la undécima provincia.
Aunque recientemente se nombró a un gobernador, el cual no cuenta con una estructura administrativa adecuada, la décima provincia no deja de ser meramente protocolar, a tal punto de que los nacimientos que se han dado después de promulgada la ley siguen siendo registrados en la provincia de Panamá.
Gobernador sin local
El gobernador Javier Temístocles Herrera, tras dos meses nombrado a la fecha, acaba de lograr sentarse en un escritorio en un cubículo que le concedió su sucesor en la Alcaldía, Cléber Delgado, desde donde despacha flanqueado por computadoras de una infoplaza.
“Estamos trabajando para dar respuestas a la población”, dijo la autoridad, quien es apoyada por dos abogadas del Ministerio de Gobierno que lo asesoran en procesos comerciales, controversias civiles, casos de tránsito, servicios administrativos y apelaciones.
Herrera espera mudarse pronto a un local escogido entre cinco opciones entregadas al ministro de Gobierno, Milton Henríquez. Allí desea iniciar con al menos 15 funcionarios, mientras se transfieren las partidas.
Las palabras de Herrera han tenido eco en Adolfo Guerra, un chorrerano de a pie, quien señala que “la décima provincia va lenta, con muletas, pero va caminando, y pronto la veremos andar tan rápidamente como lo exigen las necesidades de nuestros pueblos”.
Pero no todos son tan optimistas. Víctor López, alcalde de San Carlos, afirma nunca haber creído en la creación de la provincia. “Pero ya es ley y hay que acatarla”, dice a desgano, al tiempo que considera que el Gobierno debe canalizar más recursos hacia cada uno de esos distritos.
Con la nueva provincia se buscaba impulsar el desarrollo de la región
A pesar de ser distritos millonarios, los del oeste tienen un denominador común: pobreza creciente con problemas como falta de agua potable, electrificación, y alcantarillados.
Esos cuadros dantescos deben desparecer, manifiesta Brígida Bustamante, octogenaria residente en Capira, quien añade que ese distrito considerado uno de los mayores productores de naranja en el país, genera muchas riquezas, pero como lo manifestó el exalcalde Iván Sauri, apuesta a convertirse en una región industrial con la llegada de empresas internacionales.
Igual pasa en La Chorrera, actual capital de la décima provincia, la cual debe procurarse los medios que hagan honor a esa posición.
En tanto, en Arraiján se erige la empresa mixta Panamá-Pacífico, el puerto de Vacamonte, generador de divisas, establecimientos comerciales y un número significativo de barriadas. Mientras, Chame y San Carlos mantienen su sitial por mérito propio gracias al creciente turismo en esa zona.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.