Pérdida de holandesas deja rastros en Bocas del Toro

Aun cuando la desaparición de las dos jóvenes holandesas, Lisanne Froon y su amiga, Kris Kremers, de 22 y 21 años de edad, no se registró en la provincia de Bocas del Toro, los residentes de Isla Colón siguen muy de cerca la evolución del caso.

La extraña desaparición de estas chicas europeas llama poderosamente la atención de un señor de 30 años, cuya cualidad es observar, porque trabaja en las calles de la isla, ofreciéndose como guía a los turistas para que logren buenos precios, lugares seguros y tranquilos.

Este lugareño, que prefiere mantener su nombre en reserva, narró que —efectivamente— veía a las dos jóvenes siempre juntas, y en las últimas semanas hasta en compañía de dos sujetos costarricenses. Por cierto, rememoró que desde el tiempo que desaparecieron las muchachas, a estos jóvenes no los ha vuelto a ver.

Mientras, en Spanish School-Hostel-Adventure-Volunter, donde se hospedaron Lisanne y Kris, una de las administradoras relató que nunca notó nada raro y que se le veía mucho compartir con el resto de los jóvenes que se alojaban en el local.

Comúnmente, cuando se trasladaban a la escuela Josué Ibarra, por ejemplo, conversaban con algunos estudiantes para tratar de aprender algo de español.

La última vez que las vio fue días antes de reportarse su desaparición, cuando salieron con sus mochilas rumbo a Boquete, contó la administradora del local.

Los propietarios del hostal ofrecen clases de español y el paquete incluye excursiones, paseos por senderos, visita a centros de estudios, hospitalarios no solamente en Bocas del Toro, también en Boquete, Isla Colón, Panamá, así como en Turrialba y Puerto Viejo, en Costa Rica.

En las imágenes publicadas por familiares de Kris en Facebook se aprecian las últimas personas que compartieron momentos con las jóvenes durante su estadía en Isla Colón.

Los mismos se hospedaron en Spanish School-Hostel-Adventure-Volunter, cuyos propietarios también son dueños de Spanish School River, en Boquete, donde se suponía que Kris y Lisanne empezarían su labor social.

La desaparición de las europeas trae a la memoria de los bocatoreños, el mes de noviembre de 2011, cuando Yvonne Baldelli, una joven norteamericana desapareció misteriosamente.

Fueron dos años de búsqueda, recuerdan los lugareños de la isla, en la que participaron sus padres, familiares, amigos y autoridades nacionales y extranjeras. Sus restos fueron encontrados dentro de un saco militar en un paraje solitario de la isla Carenero.

Por este caso, el exnovio de la occisa está detenido en los Estados Unidos.

Mientras, al sur, la búsqueda de las risueñas chicas dio un giro total ayer, a lo que inicialmente se tenía previsto, cuando expertos procedentes de Holanda decidieron trasladarse a diferentes áreas urbanas y afluentes, en Boquete.

En su tercer día de búsqueda, los rescatistas holandeses salieron desde las 8.00 a.m., organizados en cuatro grupos que recorrieron el río Caldera, el sector de Los Naranjos a La Horqueta, Bajo Mono y áreas colindantes con el sendero El Pianista.

Sin rastros

Los caninos recorrían las riberas de los afluentes en busca de alguna pista que los llevara a dar con el paradero de las holandesas.

Luego de algunas horas de recorrido, el agotamiento se notaba en los canes, quienes aprovechaban para bañarse y refrescarse de las temperaturas del lugar, las cuales se mantenían bastante altas.

En Bajo Mono se da un hallazgo: dos colchones amarrados, próximos a una quebrada, lo que puso en alerta a las autoridades.

Esto llevó a que personal del Ministerio Público se trasladara al lugar para la inspección y confirmar si mantenía algún tipo de evidencia que los relacionara con las jóvenes, lo que posteriormente fue descartado. El resultado del día fue que los canes no marcaron ningún sitio que pueda dar con el paradero de la jóvenes extranjeras.

Betzaida Pittí, fiscal primera superior, manifestó que procedieron a tomarle declaración jurada, el pasado martes, a una joven costarricense que tuvo contacto con las jóvenes en Costa Rica, la cual señaló que las extranjeras estaban contentas de venir a Panamá a realizar una labor social.

“Solo podemos decirles que ya se le tomó declaración a un joven de nacionalidad costarricense, sin embargo no se puede brindar más detalles porque son parte de las investigaciones”, señaló la fiscal.

En Holanda también se trabaja con organismos de alto nivel para conocer sobre los teléfonos utilizados por las jóvenes, procesando datos para saber las líneas móviles y ver si era con compañías holandesas o panameñas para saber cuándo fue que se realizó la última llamada.