Brasil 2014 La otra cara del Mundial
Cada vez que se habla del Mundial de Fútbol, solo se piensa en la fiesta inaugural y en la majestuosidad de cada uno de sus estadios, pero no se había reparado en detalles como corrupción, sobrecostos, desalojos, violación a los derechos humanos
Cada vez que se habla del Mundial de Fútbol, solo se piensa en la fiesta inaugural y en la majestuosidad de cada uno de sus estadios, pero no se había reparado en detalles como corrupción, sobrecostos, desalojos, violación a los derechos humanos
- Melitza Solano/Agencias Internacionales
- - Publicado: 02/6/2014 - 12:00 am
Alertan de posible ‘ataque informático’ a Brasil
- Grupos de piratas informáticos se han puesto de acuerdo para lanzar masivos ataques contra internet en Brasil durante el próximo Mundial de Fútbol, según informó el portal del diario Folha, de São Paulo.
- Esos grupos serían los mismos que, esta semana, lograron acceder al sistema de correos electrónicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, que si bien confirmó el ataque, no terminó de aclarar su impacto.
- Un grupo de hackers supuestamente vinculados a la organización de piratas informáticos Anonymous divulgó en los últimos días unos 300 documentos, presuntamente, obtenidos en las redes de la Cancillería, aunque ninguno de ellos con datos relevantes. El Gobierno no confirmó la autenticidad de esos documentos, que se refieren a detalles de seguridad de una visita del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Brasil, y a asuntos burocráticos.
Cada vez que se habla del Mundial de Fútbol, solo se piensa en la fiesta inaugural y en la majestuosidad de cada uno de sus estadios, pero no se había reparado en detalles como corrupción, sobrecostos, desalojos, violación a los derechos humanos, un alto grado de antipatía por parte de los brasileños, entre otros detalles.
Ninguno de estos temas se hicieron presentes en los eventos anteriores, como el de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, pues a la organización no hubo nada que reprocharle.
La sede escogida desde el 2007 fue Brasil, y a pocos días para iniciar la gran fiesta del fútbol en uno de los países que ha logrado cinco campeonatos mundiales, son muchos los escándalos y protestas que se han hecho sentir por la realización de este gran evento.
A pesar de que el Gobierno ha querido hacer ver que todo transcurre con tranquilidad para la inauguración del Mundial de Fútbol Brasil 2014, Amnistía Internacional informó recientemente que unas 38,297 personas han sido desalojadas de sus propiedades por la realización de este evento y de los Juegos Olímpicos, a llevarse a cabo en el 2016.
Si los habitantes que son desalojados no aceptan ser reubicados, el Estado les ofrece una pequeña suma de dinero que ronda los $2,200, muy por debajo del valor del mercado o de su vivienda original; lo que los imposibilita a comprar otra propiedad en las favelas cercanas.
Otros reportes detallan que los proyectos de construcción de los estadios han sido tan ambiciosos que también han afectado a algunas áreas acomodadas de la ciudad; pero allí los desalojos se han dado con mucha cautela.
Una dura sequía
Publicaciones recientes también hacen mención de otro grave problema para esta Copa, la falta de agua debido a una fuerte sequía.
São Paulo, la ciudad más grande del país, hace frente a la peor sequía en más de 80 años, justo cuando se prepara para recibir a decenas de miles de visitantes con motivo del partido inaugural.
La industria hotelera dice que las zonas turísticas de la ciudad, que se encuentran en la parte baja, no sufrirán de escasez de agua.
Muchos sitios donde se alojarán los visitantes tienen contratos con empresas privadas que los abastecerán de agua si hay cortes, indicó Bruno Hideo Omori, presidente de la Asociación de la Industria Hotelera del Estado de São Paulo.
“Tienen planes de contingencia y están muy preparados para lidiar con ese tipo de emergencias”, aseguró.
Pero la situación es diferente para los residentes de los barrios pobres de São Paulo, quienes están convencidos de que el Gobierno raciona el agua para garantizar que no haya cortes en las zonas pudientes donde se albergarán los visitantes con motivo del partido inaugural del 12 de junio entre Brasil y Croacia.
La empresa estatal a cargo del suministro de agua reconoce que ciertas zonas altas o alejadas del depósito de agua pueden sufrir cortes del servicio. Pero niega que se esté racionando el agua de los barrios pobres.
La escasez de agua en São Paulo obedece a que no ha llovido demasiado este año y el nivel de las aguas en el principal depósito, que abastece a 9 millones de personas, es el más bajo jamás registrado.
No quieren el Mundial
El 55% de los brasileños considera que el Mundial de Fútbol 2014, que se jugará en este país desde el 12 de junio, traerá más perjuicios que beneficios a los ciudadanos.
El 36% cree que el torneo generará más beneficios que perjuicios, mientras que el 9% admitió no tener una posición al respecto, según los datos presentados por la firma Datafolha y divulgada por el diario Folha de São Paulo.
En 2013, sin embargo, el 48% de los entrevistados afirmó en la época que el Mundial traería más beneficios que perjuicios, frente al 44% que opinó lo contrario.
Costos de inversión
Brasil gasta unos $11,500 millones en la Copa Mundial, de los cuales $4,000 millones se invierten en la construcción o renovación de estadios, y se cree que cuatro estadios no tendrán mucha utilidad tras el torneo.
Las cifras indican que los gastos son mayores a los realizados en el Mundial de Alemania 2006, en el que la inversión fue de unos $1,500 millones, para poner a funcionar 12 estadios; mientras que para la realización del Mundial de Sudáfrica 2010 hubo una inversión aproximada de $1,400 millones para disponer de 10 sedes.
A pocas semanas del gran evento mundialista, varios de los estadios todavía están incompletos.
Violentas protestas
En las últimas semanas se han realizado una serie de protestas contra el Mundial Brasil 2014, debido a que consideran que se ha incurrido en un gasto excesivo y que los dineros invertidos en la construcción y remodelación de estadios debería utilizarse para fortalecer el sector educativo y la salud.
Pero a 10 días de la gran cita las protestas espontáneas han ido perdiendo fuerza, y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que la población se sumará a la fiesta del fútbol y que no se vivirán los actos de violencia que se dieron en la Copa Confederaciones.
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