Diversidad sexual en la moda
Actualizado 2016/07/15 10:25:00
- Redacción / @PanamaAmerica
¿Le falta a la moda amplitud de miras? Parece que al sector le siguen asustando según qué roles y según qué estilos. Recogemos los testimonios de las partes implicadas para una reflexión sobre el tema.

Sorprende (y mucho) que en la moda, un sector tan abierto, tolerante y respetuoso con la comunidad gay, exista un vacío tan grande de perfiles profesionales lésbicos. Si empezáramos a repasar (por orden alfabético) la lista de diseñadores abiertamente gays, perderíamos la cuenta antes de encontrarnos a una diseñadora lesbiana. De hecho llegaríamos a la "j", de Jenna Lyons –la directora creativa de J.Crew–, y ya está, podríamos dar por concluido el recuento de nombres. Con las modelos hay algo más de apertura, pero que se hayan declarado pública y abiertamente lesbianas tampoco son tantas. ¿Qué pasa entonces con el colectivo?, ¿Dónde se hallan (algunas posibles) razones? Entremos en harina.
Para empezar, cabe destacar que el rechazo hacia cierto estereotipo de lesbiana se ha ido diluyendo, aunque el camino es cuesta arriba. Sophie Wilkinson, a pachas con Ellen Page, firmaron un artículo en The Guardian en marzo de 2015 explicando qué y cómo es el Butch Chic. La nueva tendencia vendría a ser algo así como "Chicazo" o "Machorrón" Chic, en su traducción.
Las claves: hay faldas (pocas, pero hay) con escasos estampados y ningún detalle superfluo; prima la comodidad y el confort sobre la decoración –y esta máxima vale para cualquier prenda–, porque no es realmente bonito si quien lo lleva no lo siente así. Se imponen los trajes con pantalón de cortes rectos y severos y se aceptan toques de varias tribus urbanas o de subculturas. Vale, y hasta aquí la tendencia, pero periodista y actriz apuntan hacía el florecimiento de una estética hasta ahora reservada, o popularizada, por el colectivo lésbico. Marcas de gran consumo –Cos, Uniqlo– , ilustres firmas de moda –Saint Laurent Paris por Hedi Slimane, J. W. Anderson– y hasta el departamento unisex de Selfridge's han replicado la llamada de la chicas en la calle: el armario transversal que desoye el género.
El meollo de la historia, según Page y Wilkinson, es que una lesbiana ya no necesita vestir única y exclusivamente como un machorrón. Si lo hace es porque quiere (obviamente) y porque no necesita justificar una feminidad basada en el ojo del hombre. Pero hoy en día también lo puede hacer porque forma parte de la moda y es una de las grandes tendencias del mercado. Y para muestra, dos casos de celebs heterosexuales que confian sus looks a la estilista Abigail Claire y que podrían encajar dentro del estereotipo estético lésbico: Jessie Ware y Lorde. Más madera: en Huffington Post aparecía, al hilo de la Semana de la Moda de Nueva York otoño/invierno 2015/16 una entrevista con Becca McCharen, la diseñadora al frente de Chromat. La firma pretende abrir el espectro de físicos sobre los que presentar sus propuestas. "Esto es un efecto dominó que empieza en nosotros, debemos diseñar para cuerpos diferentes y mostrarlo también sobre cuerpos diferentes".
Y entra en juego el concepto de la diversidad y su inclusión. Anita Dolce Vita, editor-in-chief de dapperQ, un portal centrado en lesbianas afirmaba: "Sí hay casos de lesbianas en la moda, como el de Jenna Lyons, pero se trata de un canon que encaja en el estándar heteronormativo". Lizz Rubin, editora de estilo en el portal Autostraddle, apoya la misma teoría: "las lesbianas encajan siempre que aparezcan de femme fatal o con un estilo andrógino.
El problema llega cuando el patrón es como de "camionera". Porque la moda presenta escenas pro-lésbicas, pero siempre encaminadas a satisfacer las fantasías en el ojo del hombre". Entonces, lesbianas pocas pero sí hay; siempre y cuando enteren en el perfil "heteronormativo" o se ajusten al parámetro andrógino.
Debemos respetar cualquier decisión personal de compartir (o no) la vida privada. Freja Beha o Arizona Muse no han querido manifestarse jamás al respecto, sí en cambio celebs como Beth Ditto e Ireland Baldwin o modelos como Amanda Moore o Tasha Tilberg. ¿Se necesitas más caras visibles? En la última década hemos visto casos como los de Andreja Pejic o Léa T sobre la pasarela, rompiendo una lanza en favor de las personas transgénero. ¿Cómo puede ser entonces que cueste tanto encontrar lesbianas? Nicolette Manson, periodista especializada en moda y abiertamente lesbiana, sentenciaba en el portal Fashionista: "Las mujeres heterosexuales no se siente en combate frente a los gays. En cambio, existe el miedo de que las unas se puedan sentir atraídas por las otras". En resumen, demasiadas preguntas y muy pocas respuestas.
Por lo pronto, mientras el debate siga vivo se irán vislumbrando más explicaciones, más opiniones y sobre todo añadiremos algo de visibilidad.
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