Enrique Carlos Alberto de Windsor
Peligra su linaje
La polémica sobre la paternidad del hijo menor de la desaparecida Diana de Gales ha crecido. La prensa británica aprovechó que el príncipe Harry y Cressida Bonas tienen más cerca su compromiso para avivar el rumor que por años se ha manejado.
La polémica sobre la paternidad del hijo menor de la desaparecida Diana de Gales ha crecido. La prensa británica aprovechó que el príncipe Harry y Cressida Bonas tienen más cerca su compromiso para avivar el rumor que por años se ha manejado.
- Redacción ey! ([email protected])
- - Publicado: 25/4/2014 - 12:00 am
La polémica sobre la paternidad del hijo menor de la desaparecida Diana de Gales ha crecido. La prensa británica aprovechó que el príncipe Harry y Cressida Bonas tienen más cerca su compromiso para avivar el rumor que por años se ha manejado.
The Globe aseguró que el heredero al trono británico estaría planteando pedir pruebas de ADN al príncipe Carlos y así zanjar los rumores con los que ha lidiado toda su vida. Y es que su parecido físico con James Hewitt, con quien Lady Di tuvo una aventura, avivó los rumores de que él no era nieto de la reina Isabel II.
Rumor de años
Entre Diana y Carlos no había una relación fluida, prueba de ello fueron las continuas aventuras de ambos. La princesa tuvo varios amoríos, entre ellos, el exmilitar y jugador de polo James Hewitt, quien acampaba por el palacio de Kensington con el pretexto de que era el profesor de equitación con el que Lady Di perdió el miedo a los caballos.
Los rumores de que este podría ser el verdadero padre de Harry crecían a la vez que el príncipe cumplía años, porque compartían el mismo color de pelo, rojo.
Nueva biografía
Lo que revela por primera vez la nueva biografía que escribió Chris Hutchins, “Harry: The People’s Prince”, sobre el tercero en la línea de sucesión al trono, es que mucho antes de que explotara más el rumor se había tomado cartas en el asunto.
En 2002, poco antes de la entrada de Harry al colegio de Eton, el príncipe, en una charla muy sincera, le advirtió a su hijo que podría escuchar los rumores y le aseguró que no eran ciertos. “Fue, según me relataron, uno de los momentos más difíciles en la vida del heredero del trono”, escribe Hutchins, quien agrega: “Ya no se podía ocultar más el hecho de que Diana realmente había estado enamorada del gallardo oficial. A pesar del dolor que le causó transmitir el mensaje, él lo asumió con coraje”.
El hijo de Isabel II era consciente de la figura que había sido Hewitt para Harry. Ni siquiera él, que pertenece a la Armada, lo había encantado tanto con sus historias sobre la vida militar como lo hizo el oficial.
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