Desde Madrid
Tiempo de Feria
Los jóvenes escritores empujando, los viejos enseñando y siendo enseñados, los lectores de ahora y los que vienen, reunidos en torno al libro, ese vehículo, artefacto, amenaza, que hay que valorar más.
- Pedro Crenes Castro (Escritor)
- - Actualizado: 17/8/2014 - 02:40 am
Y van diez. La X Feria Internacional del Libro de Panamá arranca el próximo 19 de agosto y estará rodando con su son de letras autores y libros hasta el próximo día 24. México será nuestro país invitado y me han dicho que por los pasillos de Atlapa se paseará mi querido Juan Villoro, uno de esos escritores que hay que leer siempre. Será un buen tiempo para tomarle el pulso a la venta y a la lectura de libros que, sin ser lo mismo, no debemos perder de vista. Editoriales nacionales y extranjeras se darán cita para dar de leer y conversar sobre lo leído.
Yo les voy a dar algunos títulos que personalmente voy a ir a buscar a la Feria. La primera novela que quiero adquirir es la de Héctor Aquiles, “El sheriff de Panamá” que tiene una muy buena propuesta. Runnells, el personaje central de la obra, está bien dibujado y la trama desempolva parte de la historia panameña. En la línea de recuperar tramos de la historia patria, está la obra de Andrés Villa “9 de enero, la novela” que merece atención y lectura: buen ritmo y sensibilidad patriótica. Ambas novelas ya las reseñaremos en su momento. Otra, que quiero leer en su versión definitiva, es “La novela de Remón”, de Juan Gómez.
Buscaré la antología “Pecados” de Carlos Wynter, que seguro es una excelente puerta al universo narrativo del escritor. La antología de mujeres cuentistas “Escenarios y provocaciones” preparada por las escritoras Mónica Lavín y Carolina Fonseca. El ensayo de Enrique Jaramillo Levi “Esa fascinante magia de escribir”, muy bueno y que hay que leer, y la poesía de Edilberto González Trejos. Buscaré libros de Javier Medina y espero encontrar “Pasaba yo por los días” de Salvador Medina. Entre otros, porque seguro que me asaltan otras “tentaciones” en las que caer. Mi bolsillo está temblando, pero también el corazón y la mente.
Las Ferias del libro son necesarias. Puede que sean menos necesarios algunos escritores invitados que llevan unos temas ajenos a la literatura pero en fin, así es la fiesta, todo el mundo ocupa su papel en la obra. Y no es una crítica (que ya vendrá), pero por ahora, lo que hay que hacer, es motivar a propios y extraños a que paguen su entrada y se paseen por Atlapa en busca del libro que le pida el intelecto. El bolsillo lo entenderá.
Y en el centro de la fiesta, la Literatura. Las conversaciones en torno a ella, el intercambio siempre feliz de puntos de vista, aprender esta vez de los mexicanos, acercarnos a su literatura y ellos a la nuestra, el reencuentro con viejos amigos, la proyección de nuestro país como punto obligado de parada cultural y no solo comercial.
Los jóvenes escritores empujando, los viejos escritores enseñando y siendo enseñados, los lectores de ahora y los que vienen, todos reunidos en torno al objeto libro, ese vehículo, artefacto, amenaza, que hay que valorar más y mejor. Panamá va a ser una fiesta, se va a reencontrar con la literatura, y eso que siempre están ocurriendo eventos literarios allí. Es tiempo de feria, pasen y lean, y no se pierdan conferencias, presentaciones, lecturas y firmas.
La única Feria del Libro en la que he estado fue en la de 2003. La vida y las agendas me han dejado sin pisar Atlapa para esas fechas estos años. Siempre se lo digo a mis amigos escritores: ¡qué envidia! Estamos haciendo grandes cosas y grandes cosas quedan por hacer. Queda mucho por leer, mucho por escribir y mucho, mucho que disfrutar. Que las letras nos asistan y que esta X Feria del Libro sea, sobre todo, una confirmación de que, en la mente de muchos panameños, la cultura está dejando de ser algo ajeno para convertirse en algo necesario. Síntoma de que estamos creciendo de verdad y no solo construyendo edificios.
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