Proselitismo
Políticas de control de precio, su realidad
Escuchamos en este pasado debate presidencial dos muletillas inacabables. Por un lado, la coloquial Navarro-Solís con su discurso demagogo de mano dura a los menores de edad,
- Iand René Giono /Abogado ([email protected])
- - Actualizado: 21/4/2014 - 10:34 am
Escuchamos en este pasado debate presidencial dos muletillas inacabables. Por un lado, la coloquial Navarro-Solís con su discurso demagogo de mano dura a los menores de edad, sin importar el debido proceso, resocialización, reinserción o los derechos humanos inherentes a su condición (y así profesan el respeto a las instituciones de derecho); y por el otro, con su “congelación de precios”.
De estos dos cánticos, el primero, un plan de estólidos personajes con verborrea de la cual solo temor tengo, y muy pocos antojos de invertirle más palabras que las de “a falta de proyectos, defectos”. Pero el segundo me ha hecho interesarme e informarme. Qué es el control de precios; qué países lo han implementado y cuáles han sido sus experiencias.
LAS POLÍTICAS DE CONTROL DE PRECIOS SE ABANDONARON DESPUÉS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, CUANDO SE COMPROBÓ QUE LA FIJACIÓN DE PRECIOS MÁXIMOS TIENE COMO CONSECUENCIA DIRECTA LA ESCASEZ.
Para mi sorpresa, esta política de control de precios de artículos ha sido implementada en América Latina en países como Venezuela, Argentina, Ecuador, Cuba, entre otros.
En los países más desarrollados, las políticas de control de precios se abandonaron después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se comprobó que la fijación de precios máximos tiene como consecuencia directa la escasez. Los economistas argumentan que cuando se fija un precio artificialmente bajo, la demanda del bien se acelera hasta que la oferta resulta insuficiente.
Con Venezuela no podríamos escribir nada nuevo a lo que usted de seguro ya ha leído, escuchado o visto; su antiguo presidente, Hugo Chávez, tras 14 años en el poder, y el nuevo presidente Nicolás Maduro han inmerso al país en sendas políticas de fijación de precios máximos lo que los ha llevado a índices de desabastecimiento reconocidos por el mismo Banco Central, los cuales superan el 20%, aunque las consultoras privadas lo fijan por encima del 40%.
Los venezolanos viven uno de los momentos más dramáticos en su economía, y la meta de controlar la inflación con el intervencionismo estatal tuvo como consecuencia un aumento de los precios superiores al 40% en 2013, según cifras oficiales.
Bien lo expresó el reconocido columnista para The Miami Herald, Andres Oppenheimer sobre la situación en Venezuela. Para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgue préstamos de emergencia a Venezuela (Una de las posibles soluciones a la crisis existente), esta deberá condicionarse entre otras medidas “Al levantamiento de los controles de precios”.
Argentina por su parte, justo semanas atrás, ha ampliado su rango de productos con control de precios o “Precio Cuidado” como es llamada. Esto, aunado a las medidas extremas para la importación de carne en el país, ha logrado un desabastecimiento y una merma en la producción bobina.
CONTROL DE PRECIOS, UNA POLÍTICA SOLO ENCAMINADA A SUMAR VOTOS SIN IMPORTARLE LAS CONSECUENCIAS YA CONOCIDAS DE SU IMPLEMENTACIÓN.
La realidad en Argentina es que, si bien cuentan con un margen de productos con precios máximos establecidos, dichos productos no son fáciles de encontrar, ya sea por la fuerte demanda y la poca oferta o bien porque dichas empresas simplemente dejan de producir dicho producto.
En Bolivia, el gobierno de Evo Morales prohibió la exportación de arroz para aumentar la oferta del producto en el mercado interno y fijó un precio máximo, algo similar a lo realizado por Argentina con el sector de carnes. La medida tuvo como consecuencia un cambio de actividad de los productores arroceros que veían derrumbarse su rentabilidad por las medidas del gobierno. Así se logró que Bolivia necesitara importar arroz. Cuando la planificación estatal demostró su rotundo fracaso, el gobierno liberalizó el mercado.
Queda claro que la propuesta de la congelación de los precios del flamante candidato a presidente por el Partido Panameñista adolece de la intención de ayudar a un pueblo que gracias a políticas serias y de mercado ha ido evolucionando, y más bien pretende obtener un apoyo para sí mismo con políticas sin fundamento, dando pan hoy para cosechar hambre mañana.
Con esta política quien pierde a largo plazo es el país y el consumidor a quien, paradójicamente, se quiere proteger.
Bien esta fuese la primera de las preguntas realizada por el profesor Juan Jované, a la cual no pudo explicar de buena forma el señor Varela, aunque, de haberlo logrado, todo Panamá ya estaría consciente de la desgarradora política a la cual nos veríamos atados.
Control de precios, una política solo encaminada a sumar votos sin importarle las consecuencias ya conocidas de su implementación.
Ahora bien, la pregunta es, quieren filmar la película venezolana aquí en nuestras puertas, me lo cuentan el 4 de mayo.
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