El director del Senan se recupera progresivamente
- José Alberto Chacón ([email protected])
La salud de Belsio González, director general del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), es estable, aseguró Ramón Nonato López, director de Operación Aeronaval.
La salud de Belsio González, director general del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), es estable, aseguró Ramón Nonato López, director de Operación Aeronaval.
- 6 de los ocupantes heridos ya fueron dados de alta. Dos se mantienen en recuperación, el capitán Carlos Navarro y el cabo Adrián Arismendis.
- 2 años de funcionamiento tenía el AN-137 antes de estrellarse en Guna Yala.
La salud de Belsio González, director general del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), es estable, aseguró Ramón Nonato López, director de Operación Aeronaval.
López expresó que González, que pilotaba el helicóptero AN-137 que se estrelló el 6 de febrero en una operación antidrogas en Guna Yala, está recuperándose poco a poco, pero de forma evolutiva.
Afortunadamente está evolucionando muy bien, está reposando en su casa e incluso ha participado en algunas actividades públicas, señaló. Empero, se pudo conocer que González aún no se ha reintegrado a sus funciones.
Por otro lado, el Senan informó en un comunicado que seis de los ocho oficiales recluidos en el Hospital Nacional, luego de sufrir lesiones durante la caída del AN-137, fueron dados de alta. Solo dos unidades, el capitán Carlos Navarro y el cabo Adrián Arismendis, se encuentran internados y recuperándose de las fracturas.
Se conoció que ninguno de los sobrevivientes de este accidente ha comparecido ante la Fiscalía Segunda Superior, a cargo de la investigación de la tragedia.
En cuanto al decomiso de drogas realizado en Isla Naranjo el fin de semana, fuentes de este estamento de seguridad agregaron que además de los 200 kilos de cocaína, se logró incautar una lancha de 25 pies, una pistola 9 milímetros, 43 municiones de AK-47 y un teléfono móvil.
Los tripulantes de la embarcación que llevaba la droga a bordo abrieron fuego una vez recibieron la voz de alto que se les hizo desde un patrullero del Senan. Al verse acorralados, encallaron a propósito en la costa y huyeron.
En otras palabras, en esta operación denominada El poder de Dios no se detuvo a ninguna persona.
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